14.2.11

¿Una ofrenda para buscar poder?

Algunos medios nacionales sostienen que la muerte de Ramoncito develó una red esotérica y sacrificios humanos. Hasta donde pudo averiguar 1588, la justicia mucho no puede hurgar sobre el fin de las creencias. Aunque si el niño fue muerto por un rito, el servicio debería tener su propósito. En la jerga de las prácticas espiritistas, existiría algún responsable de pedir “el trabajo”. Algo que hasta el momento no se investigó, quien sabe porque no se puede, o realmente no hay parámetros legales para hacerlo.
En 2006 a Ramoncito, un chico de 12 años, lo decapitaron y le extrajeron la sangre. El proceso apunta a una secta que organizaría fiestas sexuales, y que estaría ligada a cultos diabólicos, que conocen vulgarmente como “magia negra”.


La provincia de Corrientes, con su triple frontera, es receptora de influencias de distintos tipos de cultos afrobrasileños y paganos.
Hay tres causas judiciales motivadas por el horrendo crimen. Se investiga una supuesta organización que rapta a chicos para ofrendarlos en rituales y explotarlos en el turismo sexual. Asimismo se lo liga al tráfico de drogas. Pero una inmolación, como la de Ramoncito, va más allá de los responsables de ejecutarlo. Para los que conocen del tema, el sacrificio fue por encargo. Para alguien.


El martes de la otra semana empezó el último tramo de las audiencias por el “expediente madre” del caso en el juzgado de Mercedes. La víctima apareció muerta en un descampado el 7 de octubre de 2006. Su cuerpo se halló decapitado, torturado, sin sangre y sin algunas vértebras.
Los investigadores creen, y no están tan desacertados, que su muerte fue una ofrenda. Por lo que hurgo 1588, se entrega la vida de un niño (o adulto) para buscar Poder. Un poder que puede ser económico, religioso o político. Las conexiones que se adviertan con el homicidio, sin dudas se podrían convertir en la punta del ovillo que deshilvanándose, llegaría al autor intelectual del horrendo episodio.

Diario 1588